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Antonio Aguilar
Caballo Blanco
Este es el corrido del caballo blanco,
Que un día domingo, feliz arrancaba,
Iba con la mira de llegar al norte,
Habiendo salido de Guadalajara.
Su noble jinete le quitó la rienda,
Le quitó la silla y se fue a puro pelo,
Cruzó como rayo, tierras mayaritas,
Entre cerros verdes y el azul del cielo.
A paso más lento llegó hasta Escuinapán,
Y por Culiatán ya se andaba quedando,
Dicen que cojeaba de la pata izquierda,
Que llevaba el hocico sangrando.
Pero lo miraron pasar por Sonora,
Y el valle del Yaqui le dio su ternura,
Cuentan que cojeaba de la pata izquierda,
Y a pesar del todo siguió su aventura.
Llegó hasta hermosilla, siguió, pa' Caborca,
Y por Mexicali sintió que moría,
Subió paso a paso por la Rumorosa,
Llegando a Tijuana con la luz del día.
Cumplida su hazaña llegó a Rosarito,
Y no quiso echarse hasta ver Ensenada,
Y este fue el corrido del caballo blanco,
Que salió un domingo de Guadalajara.
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