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Ecos Del Rocío
Saeteros
Al compás de la revirá, en la esquina
Dos candelabros empiezan a dar la vuelta,
Me la mecerán despacio, ya se me olvidó la letra,
Trae a su hijo en los brazos, ¡no!
¿Cómo era esta saeta?,
La virgen viene llorando,
Ya está ya me acuerdo como empieza:
Que no mecerla, que está empezando a llorar,
No mecerla costalero, que está empezando a llorar,
Y su llanto moja el suelo, o mecerla que quizás,
Alivie su desconsuelo.
Traerla andando, que es mi primera saeta
Y hasta me tiemblan los labios,
No mecerla costalero,
Que le han bajado del madero,
Al hijo crucificao
Y le han dejao sin consuelo
Las heridas de los clavos,
Tu cirineo, quiero ser tu cirineo,
Quiero ser tu cirineo
Tu costalero valiente, la túnica,
Tu costero, tu cirio, tu penitente
Y el vaivén que da tu pelo,
Suenan tambores,
Y los sones saeteros se asoman a los balcones,
Páramelo costalero que el aire mueve su pelo,
Y algo por dentro me inquieta,
Me da un pellizco en el pecho
Y me arranca esta saeta.
Yo quiero ser una lágrima, de la cara de esa virgen,
De la cara de esa virgen yo quiero ser una lagrima,
Cuando el dolor la lastime, y acariciarle la cara
Cuando su hijo la mire, y mi saeta,
Que sé que es tu llanto madre cuando pasas por mi puerta,
No mecerla costalero
Que le han bajado del madero
Al hijo crucificao
Y le han dejao sin consuelo
Las heridas de los clavos.
El cantarillo del agua, las fajas y la molía,
Las andas y las alpargatas,
Las andas y las alpargatas,
Dale agua cantarero que un saetero le canta,
El capataz dijo al suelo y la cuadrilla descansa.
Que el hombro duele, que el hombro duele,
Pero más duele un martirio y que tu madre se entere,
Páramelo costalero, que el aire mueve su pelo,
Y algo por dentro me inquieta me da un pellizco en el pecho
Y me arranca esta saeta.
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