Me persigue implacable su boca que reía,
Acecha mis insomnios ese recuerdo cruel
Mis propios ojos vieron como ella le ofrecía
El beso de sus labios rojos como un clavel.
Un viento de locura atravesó mi mente
Deshecho de amargura yo me quise vengar
Mis manos se crispaban mi pecho las contuvo
Su boca que reía yo no pude matar.
ESTRIBILLO:
Fue su amor de un día toda mi fortuna
Conté mi alegría a los campos y a la luna
Por quererla tanto, por confiar en ella
Hoy hay en mi huella solo llanto y mi dolor.
Doliente y abatido mi vieja herida sangra
Bebamos otro trago que yo quiero olvidar
Pero estas penas hondas de amor y desengaño
Como las yerbas malas son duras de arrancar
Del fondo de mi copa su imagen me obsesiona
Es como una condena su risa siempre igual,
Coqueta y despiadada su boca me encadena
Se burla hasta la muerte la ingrata en el cristal.