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Antonio Aguilar
Caballo Bayo
Ya no vuelve a su pesebre mi fiel caballo, no vuelve, no,
Ya no relincha de gozo como cuando alguien lo acarició,
Maldita la suerte perra, que un de repente se lo llevó
Ay mi pobre caballo bayo, cuánto he llorado cuando murió.
Y fue en ese mismo tiempo, ya van tres años que ayer cumplió,
Cuando una terrible peste en el potrero se lo llevó,
Parece que me llamaba, su pataleo me lo anunció,
Ay pobre mi caballo bayo, cuánto he llorado cuando él partió.
Ahí me fui como la flecha, pero en cuantito me le acerqué,
Me clavaba sus ojitos, como diciendo, cúreme usted,
Lanzaba unos mordiscones, pero hay recuerdos que me dejó
Ay mi pobre caballo bayo, cuánto he llorado cuando murió.
Después de un suspiro fuerte, como una piedra se endureció,
Y yo con el alma rota, le dije, bayo, adiós, adiós.
Lo metí en un hoyo grande y al enterrarlo, pena me dio,
Ay, adiós mi caballo bayo, cuánto he llorado cuando murió.
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