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Joan Manuel Serrat 
Princesa 
  
Tú no, princesa, tú no. Tú eres distinta. 
No eres como las demás chicas del barrio. 
Así los hombres te miran como te miran. 
Así murmura envidioso el vecindario. 
 
Tú no, princesa. Tú no. Tú eres la rosa 
Que fue a nacer entre cardos como revancha 
A un arrabal despiadado en donde el día 
Se ocupa de echar por tierra toda esperanza. 
 
Tú no has de ver consumida, 
Cómo la vida pasó de largo, 
Maltratada y mal querida, 
Sin ver cumplida ni una promesa, 
Le dice mientras cepilla el pelo de su princesa. 
 
Tú no, princesa, tú no. Tú no has nacido 
Para pasar las fatigas que yo pasé 
Sacándole el dobladillo a un miserable 
Salario que no alcanza a fin de mes. 
 
Tú no, princesa, tú no. Por Dios lo juro: 
Tú no andarás de rodillas fregando pisos,  
No acabarás hecha un zarrio como tu madre, 
Cansada de quitar mierda y de parir hijos. 
 
Tú saldrás de esta cochambre 
De muertos de hambre. 
Ya me imagino la cara de las vecinas 
Cuando aparezcas en limusina 
A por esta vieja le dice mientras  
Cepilla el pelo de su princesa. 
 
Tú no, princesa, tú no: Vuelve temprano... 
Y la sigue un paso atrás hasta la calle, 
Planchándole con la palma de la mano 
Una arruga que el vestido le hace en el talle. 
 
Y, como quien ve a la Virgen subir al cielo,  
La ve alejarse camino a su primer casting 
Para un anuncio en televisión. 
La nena vale, la nena estudia 
Danza moderna y declamación. 
 
 
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