No puede haber, dónde la encontraría
Otra mujer igual que tú.
No puede haber desgracia semejante
Otra mujer igual que tú.
Con iguales emociones, con la expresiones
Que en otra mujer no vería yo.
Con esa mirada atenta a mi indiferencia
Cuando me salía de la situación.
Con la misma fantasía, la capacidad
De aguantar el ritmo despiadado
De mi mal humor.
Otra no puede haber, si no existe me la inventaré
Parece claro que aun estoy envenenado de ti
Es la cosa más evidente.
Y me faltan cada noche todas tus manías
Aunque más enormes eran sin las mías
Y me faltan mis miradas porque se que están allí
Donde yo las puse apasionadas justo sobre ti.
Parece claro, otra no puede haber
Si no existe me la inventaré
Parece claro que aun estoy envenenado de ti.
Es la cosa mas preocupante
Evidentemente preocupante
No, otra mujer, no creo.