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Juan Ramón Fuentes
La Cieguita
Y en un lugar muy triste y humilde vivía
Una niña ciega, con su anciano abuelo,
Que para le curarle la vista a su nieta,
Limosna imploraba, cantando al dinero,
Y estando una noche, la niña solita, en su habitación,
Entró un forajido, cogió la cajita,
Y a la cieguecita, le dijo al ladrón.
No me robes el dinero,
Que en esa caja que llevas,
Lo está guardando mi abuelo,
Para curar mi ceguera,
Tu que no necesitas,
Más que pa algún antojo,
Mira que soy cieguecita,
Y llevas en la cajita,
La luz que piden mis ojos.
Y aquellas palabras, de la cieguecita,
En el desalmado, piedad infundieron,
Y mientras la niña llorando rezaba,
Dejó nuevamente para ella el dinero
Y al ver su amargura, para consolarla,
De aquella fea acción,
Así con dulzura, el alma encogía,
Y a la cieguecita, le dijo el ladrón.
Ya no quiero tu dinero,
Que tanto lo necesitas,
Por causarte desconsuelo,
Perdóname cieguecita,
No te aflijas te lo ruego,
Guarda niña tus enojos,
Que verte llorar no puedo,
Aquí te quedo tu dinero,
No puedo robar tus ojos.
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