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Isabel Pantoja
Rosas De Graná
Una tarde clara de verano,
Su pregón gitano, le sentí cantar.
Y al mirarlo, tras la celosía,
Toda el alma mía empezó a soñar.
Es moreno tiene su cintura
Una galanura de sabor cañí.
Y unos ojos verdes aceraos
Que me han deslumbrao desde que los vi.
Él no sabe que mi amor lo espera,
Que me desespera tanto padecer;
Y que siempre, tras de mis balcones,
Oigo sus pregones sin dejarme ver.
Traigo rosas perfumás
¡Ay corazón!, ¡ay que de Graná!,
Amarillas, blancas y colorás.
También llevo de un jardín,
¡Ay, corazón!, ¡ay, del Albaicín!,
Dalias y jacintos, nardo y jazmín.
Cómprame este clavel, plántalo en tu balcón,
En prueba del querer de mi corazón.
Desde que yo te vi, lirio de mi pasión,
Solo, solo por ti canto mi pregón.
Cuatro años llevo de casada,
Nadie advierte nada a mi alrededor;
Pero sigo ciega apasionada,
De la voz amada, de mi oculto amor.
Tarde a tarde pasa el pregonero,
Su pregón espero como una oración
Y al oírlo, loca de alegría,
Sin faltar un día, lloro de emoción.
Su cariño vive tras mi frente,
La piel lo presiente, solo yo lo sé.
Y aunque el tiempo, triste, va pasando,
Yo lo sigo amando, con la misma fe.
Traigo rosas perfumás
¡Ay corazón!, ¡ay que de Graná!,
Amarillas, blancas y colorás.
También llevo de un jardín,
¡Ay, corazón!, ¡ay, del Albaicín!,
Dalias y jacintos, nardo y jazmín.
Cómprame este clavel , plántalo en tu balcón,
En prueba del querer de mi corazón.
Desde que yo te vi, lirio de mi pasión,
Solo, solo por ti canto mi pregón.
Traigo rosas perfumás
¡Ay corazón!, ¡ay que de Graná!,
Amarillas, blancas y colorás.
Traigo rosas perfumás
¡Ay corazón!, ¡ay que de Graná!.
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