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Marta Quintero
Los Tientos Del Reloj
Cuando se marcha de noche
No le pregunto a onde va,
Y en mis tinieblas me quedo
Sola con mi soledá.
Y cuando siento la llave,
Rayando el filo del día,
Hago ver que no me entero
Entre despierta y dormía.
No sé lo que hacer,
No sé lo que hacer,
Que me duele la cal de los huesos,
De tanto querer.
Las ducas que paso yo no se las diera,
Ni al más enemigo de mis enemigos,
Pa que no sufriera.
¿Dónde estará ahora?
¿Qué será de él?
Otros labios le estarán besando
Pa calmar su sed.
Y me dan en vilo la una y las dos,
Y me estoy clavando como dos puñales,
Las dos manecillas que tiene el reloj.
Yo sé que hay otra en su vía,
Que no lo quiere pa na,
Y que lo tiene loquito,
¡Virgen de la Soledá!
Y le pongo buena cara,
Cuando regresa a mi vera,
Y hago ver que no le miro
Los surcos de sus ojeras.
Mejor es callar,
Mejor es callar,
Que no sepa que yo ni por pienso,
Me entero de na.
Las ducas que paso yo no se las diera
Ni al más enemigo de mis enemigos,
Pa que no sufriera,
¿Dónde estará ahora?
¿Qué será de él?
Otros labios le estarán besando
Pa calmar su sed.
Y me dan en vilo la una y las dos,
Y me voy clavando como dos puñales,
Las dos manecillas que tiene el reloj.
Y me voy clavando como dos puñales,
Las dos manecillas que tiene el reloj.
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