|
Carolina Caparrós
Los Nardos
Por la calle de Alcalá, con la falda almidoná
Y los nardos apoyaos en la cadera
La florista viene y va y sonríe descará
Por la acera de la calle de Alcalá
Y el buen mozo que la ve, va y le dice:
Venga usté a ponerme en la solapa lo que quiera
Que la flor que usté me da con envidia la verá
Todo el mundo por la calle de Alcalá.
Lleve usté nardos, caballero, si es que quiere a una mujer.
¡Nardos! no cuestan dinero y son lo primero para convencer.
Llévelos, y si se decide no me moveré de aquí,
Luego, si alguien se los pide nunca se le olvide que yo se los di.
Lleve usté nardos, caballero, si es que quiere a una mujer.
¡Nardos! no cuestan dinero y son lo primero para convencer.
Llévelos, y si se decide no me moveré de aquí,
Luego, si alguien se los pide nunca se le olvide que yo se los di.
Por la calle de Alcalá, con la falda almidoná
Y los nardos apoyaos en la cadera
La florista viene y va y sonríe descará
Por la acera de la calle de Alcalá
Y el buen mozo que la ve, va y le dice:
Venga usté a ponerme en la solapa lo que quiera
Que la flor que usté me da con envidia la verá
Todo el mundo por la calle de Alcalá.
|
|